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El calendario del AOVE: Enero

La poda, clave para una cosecha excepcional en el futuro.

El mes de enero marca el inicio de una nueva etapa en el ciclo del olivo. Con la cosecha prácticamente terminada, los primeros cimientos de la campaña 2025/2026 ya están en marcha. Durante este tiempo, el olivo entra en su fase de “parada vegetativa,” un momento crucial en el que la planta descansa del esfuerzo titánico realizado para producir y regalar sus frutos durante la última campaña.

Pero, ¿qué hace tan especial esta pausa invernal? Aquí radica la magia y el equilibrio natural del olivo. Este estado de reposo permite que se regenere y se prepare para el próximo ciclo, pero también abre la puerta a una de las labores más importantes y fascinantes del olivar: la poda.

El arte de la poda: rejuvenecer el olivo para asegurar su productividad

La poda no es simplemente cortar ramas; es un arte que combina experiencia, precisión y conocimiento profundo de la planta. Durante esta labor, las partes envejecidas, desgastadas o dañadas del olivo se eliminan estratégicamente, fomentando su regeneración y asegurando que se mantenga joven y productivo durante años.

¿Por qué es tan importante? Porque una poda bien ejecutada es la base de una cosecha abundante y de alta calidad en el futuro. Se trata de un proceso que influye directamente en la cantidad y calidad del aceite que se produce, convirtiéndose en un factor clave para lograr una excelencia tanto cualitativa como cuantitativa.

El descanso del olivo: un mecanismo de defensa natural

Este estado de “parada vegetativa” no solo es una pausa, sino un mecanismo de defensa biológico frente al frío extremo. Como si de un abrigo natural se tratara, el olivo reduce su actividad al mínimo hasta que las temperaturas diarias superan consistentemente los 7 °C durante al menos dos semanas. Este fenómeno protege a la planta de los daños provocados por las heladas, permitiéndole conservar su energía.

En este contexto, la poda debe realizarse con extrema delicadeza. Utilizando un símil médico, podríamos decir que el olivo está “anestesiado” durante este periodo, lo que lo hace ideal para realizar cortes sin riesgo de dañarlo gravemente. Si esta labor se llevara a cabo cuando la planta está activa, el flujo de savia podría provocar un “sangrado” excesivo, comprometiendo su salud y su capacidad productiva.

El ecosistema del olivar: cultivando vida durante el invierno

Enero no solo es el mes de la poda, sino también el momento perfecto para establecer la cubierta vegetal en el olivar. Este manto natural desempeña un papel vital: conserva la humedad del suelo, enriquece la tierra con materia orgánica y fomenta la creación de un ecosistema equilibrado que ayudará a controlar plagas de forma natural en las próximas semanas.

Además, una cubierta vegetal bien gestionada es sinónimo de suelos vivos y fértiles, esenciales para garantizar la sostenibilidad y longevidad de los olivares.

Descubre la magia del olivo en invierno

Visitar un olivar en enero es como adentrarse en el corazón de la naturaleza en su estado más puro. Aquí, cada rama podada, cada brizna de hierba en la cubierta vegetal, y cada brisa fría que recorre el campo cuenta una historia de renovación, equilibrio y paciencia. Es el momento ideal para comprender cómo el cuidado y el respeto por la tierra se traducen, meses después, en un aceite de oliva virgen extra que captura la esencia de la excelencia.



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